La red eléctrica europea ha recibido muchos elogios a lo largo de los años por su gran fiabilidad, pero con la entrada de nuevas tecnologías limpias y los cambios que se prevén en el suministro, ¿cómo puede la región conservar su poderío sin dejar de tener una red fuerte y segura?

Dado que los esfuerzos de descarbonización son cada vez más prioritarios para las empresas de servicios públicos, la red va a diversificarse y cabe esperar un aumento de la carga energética. La transición energética en curso significa que serán necesarias alteraciones de mantenimiento y mejoras de la red a medida que se integren las energías renovables variables. Además, la electrificación del transporte y la industria provocará cambios en la red, sobre todo porque la demanda de vehículos eléctricos se disparará: la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que en 2050 el 60% de las ventas de coches nuevos corresponderá a coches eléctricos.

La AIE afirmó que "la digitalización es crucial para ejecutar transiciones energéticas limpias a la velocidad y escala necesarias para satisfacer las necesidades de emergencia a corto plazo y los objetivos de energía neta cero a largo plazo", y esto no podría ser más relevante para las empresas de servicios públicos y sus redes. Establecer una estrategia de datos digitalizados y aprovechar la amplitud de detalles que pueden proporcionar los gemelos digitales vivos y la inspección automatizada basada en drones es un siguiente paso fundamental para las empresas de servicios públicos de todo el continente europeo.

Obstáculos que superar

Aunque las nuevas líneas de transmisión y la tecnología punta serían muy bien recibidas por las empresas de servicios públicos, las restricciones financieras son un factor importante a la hora de introducir cambios en la red europea. Muchas empresas están de acuerdo en que el desarrollo y la introducción de programas de respuesta a la demanda y estrategias de eficiencia serán un importante generador de ingresos, pero es la propia inversión inicial la que supone un obstáculo.

Sin embargo, hay noticias prometedoras en Europa, con planes de miles de millones de euros que la Unión Europea destinará a digitalizar su red energética. Esta inversión en infraestructuras debería ayudar al continente a construir una red energética más resistente, capaz de adaptarse a las tecnologías verdes intermitentes y también de dirigir la electricidad a las zonas de demanda. La inversión en este ámbito podría respaldar hasta 600.000 puestos de trabajo en el Reino Unido y Europa, lo que indica que la digitalización y la automatización no irán en detrimento de la mano de obra.

Se ha informado de que aproximadamente un tercio de la red eléctrica europea tiene más de 40 años, por lo que muchos activos son propensos a las vulnerabilidades y agradecerán esta próxima inversión. Por ello, la gestión de activos debe ocupar un lugar prioritario en la agenda de las empresas de servicios públicos.

Medidas que deben adoptarse

No sólo en Europa, sino en todo el mundo, las empresas de transmisión y distribución se esfuerzan por acceder a los datos adecuados en el momento oportuno. Para comprender con precisión todo su funcionamiento, se necesita un sistema de gestión digitalizado. El quid de este sistema es el gemelo digital, un reflejo digital en tiempo real de la infraestructura del mundo real.

La tecnología de gemelos digitales puede representar la red con todo detalle, mostrando los activos, el entorno y la infraestructura de conexión, antes de incluir la dimensión temporal. Al vincular un gemelo digital con información en tiempo real se obtiene un gemelo digital vivo que es una réplica exacta de la red real de una empresa de servicios públicos en un momento dado. Las redes eléctricas europeas pueden beneficiarse de ello porque pueden visualizar y predecir cómo y dónde las inversiones en infraestructura proporcionarán el mayor rendimiento, así como estimar cómo las nuevas cargas a la red pueden obstaculizar el suministro o afectar a la infraestructura existente.

Además, un gemelo digital puede llamar rápidamente la atención sobre las áreas preocupantes y priorizar la urgencia de la respuesta al usuario humano. La reestructuración del sistema energético ha provocado el transporte de mayores cantidades de energía a través de distancias más largas, para lo que no fueron diseñadas las redes europeas, por lo que es vital priorizar los problemas. Del mismo modo, con una demanda de electricidad que se dispara, la integración de las energías renovables que causa inquietud y problemas medioambientales como las nevadas sobre la vegetación y los daños causados por las tormentas que añaden más inconvenientes a la red, la adopción de tecnología para ayudar a los operadores de servicios públicos puede aportar ideas profundamente valiosas.

Los gemelos digitales pueden capacitar a las empresas de servicios públicos, proporcionándoles la inteligencia de activos necesaria para responder a emergencias inesperadas con urgencia, sin afectar negativamente a la eficacia de la red.

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