
A menudo, las prioridades del día a día priman sobre las iniciativas estratégicas a largo plazo. Para los operadores de transporte que luchan contra fenómenos meteorológicos extremos -como la ola de calor que se extiende por Europa y que ha provocado incendios forestales que asolan España, Italia, Grecia y Francia- esas prioridades han sido implacables, y es probable que esta tendencia continúe a medida que el cambio climático aumente la gravedad y frecuencia de las condiciones peligrosas.
Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que ignorar la estrategia a largo plazo sencillamente no puede esperar. De hecho, agravará los problemas cotidianos y la cuerda floja comercial será cada vez más delgada. Establecer una estrategia de datos digitalizados (DDS) es ahora un factor crítico. Y aunque las empresas de servicios públicos han hecho algunos progresos, aún queda camino por recorrer. Entonces, ¿por qué ha llegado el momento de establecer una DDS?
Riesgos operativos
En primer lugar, hay que examinar los riesgos que deben gestionarse o evitarse. Hay muchas categorías de riesgo a las que una estrategia de datos digitalizados poco desarrollada puede exponer a una empresa de servicios públicos, pero ninguna tan importante como el riesgo para la vida.
Cualquier actividad que implique energía de alta tensión conlleva un elemento de riesgo para la vida que hay que gestionar, pero eso es doblemente cierto para las empresas de servicios públicos en regiones expuestas a fenómenos meteorológicos extremos. Las empresas de servicios públicos no son responsables de las condiciones meteorológicas, pero sí del estado de sus activos, por lo que la gestión de la vegetación, por ejemplo, se considera una actividad crítica para los propietarios de líneas eléctricas en el contexto de los incendios forestales, donde la proximidad a la vegetación seca supone un riesgo de ignición. De hecho, seis de los 20 incendios forestales más destructivos de California desde 2015 fueron causados por tendidos eléctricos. La pérdida de vidas humanas es el peor escenario posible, pero los daños a los servicios públicos pueden acarrear importantes costes económicos, por lo que también hay que tenerlo en cuenta.
Continuar con la gestión de la vegetación es un proceso que requiere mucha mano de obra, costes y tiempo, y que tradicionalmente implica que los inspectores de líneas eléctricas busquen físicamente las zonas problemáticas antes de poner en marcha un equipo para eliminar la vegetación. En cambio, con un DDS, un método basado en datos implica una estricta priorización de los puntos conflictivos de gestión de la vegetación basada en puntos de datos recogidos previamente. De este modo, los equipos de tierra pueden enviarse de forma más eficaz, ahorrando costes y abordando el riesgo con mayor precisión.
Oportunidades operativas
El uso inteligente de los datos puede transformar las operaciones cotidianas al constituir la base de enfoques de nueva generación, tales como gemelos digitales vivos (LDT) y la inspección automatizada basada en drones basados en drones que, a su vez, pueden generar ahorros para el balance final.
Por supuesto, hay que distinguir entre las soluciones basadas en datos y una estrategia de datos digitalizada. Es posible invertir en una solución basada en datos para un problema concreto y, a continuación, en otra para un problema distinto; sin embargo, de este modo se corre el riesgo de malgastar dinero en la recopilación repetitiva de datos y de solapar funciones. Para ser estratégicos, es aconsejable que las empresas de servicios públicos establezcan su DDS antes de invertir demasiado en una solución puntual concreta.
Saltar o ser empujado
Una de las razones más convincentes para establecer una estrategia de datos digitalizados podría ser que el gobierno y los reguladores podrían exigir pronto a las empresas de servicios públicos que lo hagan. Por ejemplo, la recomendación 23 del informe FERC-NERC sobre las interrupciones por frío de 2021 en Estados Unidos insta a los operadores de transmisión a implantar métodos automáticos de actualización de datos para ayudar a otras partes interesadas a responder en un caso similar. Aunque no se trata de un llamamiento directo a una estrategia de datos básicos, es un ejemplo de impulso político al refuerzo de la red, y sólo podemos esperar más presiones similares a medida que la resiliencia de la red vaya ganando terreno en la agenda.
Una estrategia de datos digitalizada también puede ser de gran ayuda a la hora de demostrar el cumplimiento de la normativa vigente. Cuando un regulador lo solicita, una empresa de servicios públicos con un DDS eficaz puede presentar un registro de auditoría claro y transparente de la actividad con unos pocos clics de ratón, mientras que las empresas de servicios públicos actuales pueden tener dificultades para reunir años de documentación.
Desentrañar las complejidades
Si bien es cierto que los datos deben seguir siendo propiedad de la empresa de servicios públicos, un enfoque de software como servicio (SaaS) puede ofrecer múltiples ventajas comerciales, como la velocidad de configuración, la escalabilidad, la rentabilidad y el aprovechamiento de software creado por los mejores talentos tecnológicos.
De hecho, a partir de 2022, SaaS es a menudo la opción más segura en términos de ciberseguridad y seguridad de los datos. La empresa de servicios públicos puede mantener el control de los datos, pero ya no se puede dar por sentado que los datos confidenciales estén en el lugar más seguro dentro de las instalaciones. Las empresas de servicios públicos pueden simplificar enormemente su proceso de establecimiento de un DDS si adoptan el poder del SaaS.
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